martes, 27 de octubre de 2020

PROVERBIOS 31

1 Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.


2 ¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis deseos?


3 No des a las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.


4 No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la sidra;


5 No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los afligidos.


6 Dad la sidra al desfallecido, Y el vino a los de amargado ánimo.


7 Beban, y olvídense de su necesidad, Y de su miseria no se acuerden más.


8 Abre tu boca por el mudo En el juicio de todos los desvalidos.


9 Abre tu boca, juzga con justicia, Y defiende la causa del pobre y del menesteroso. Elogio de la mujer virtuosa


10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.


11 El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.


12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.


13 Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.


14 Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.


15 Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.


16 Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.


17 Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.


18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.


19 Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.


20 Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.


21 No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.


22 Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.


23 Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.


24 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.


25 Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.


26 Abre su boca con sabiduría,Y la ley de clemencia está en su lengua.


27 Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.


28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;Y su marido también la alaba:


29 Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.


30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.


31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.




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